PeiGo y Deuna, las ‘fintech’ de pagos digitales ganan terreno en bancarización

El 52 % de usuarios de PeiGo no estaba bancarizado antes de sumarse a esta app. Deuna señala la necesidad de modernizar la legislación para mejores resultados.

Las aplicaciones de pagos virtuales PeiGo y Deuna reportan un buen crecimiento de usuarios y de comercios que son parte de su ecosistema. Las dos app, que también son consideradas Fintech dedicadas a los pagos digitales, tienen interés en aumentar los niveles de bancarización de la población ecuatoriana. Sin embargo, señalan algunas limitaciones.

A poco de cumplir un año del lanzamiento de su billetera virtual en el mercado ecuatoriano, PeiGo -que cuenta con el aval del Banco Guayaquil- asegura que con su enfoque en la inclusión financiera y satisfacción del cliente alcanzó más de 300.000 clientes.

Del total de clientes de la aplicación, más de 100.000 han activado su tarjeta prepago Visa PeiGo, con la cual se han registrado consumos en comercios electrónicos de delivery, plataformas de streaming, gaming, cines, entre otros establecimientos digitales.

“Estamos orgullosos de lo logrado, más aún porque el 52 % de nuestros clientes no estaban bancarizados antes de abrir su cuenta PeiGo, es decir, alrededor de 122.000 personas; lo que demuestra que nuestro objetivo de impulsar la inclusión financiera en el Ecuador se está cumpliendo”, menciona Rodrigo Andrade, CEO de PeiGo.

A la par destaca que el lanzamiento de la tarjeta Visa-PeiGo ha sido clave para la consecución de los resultados, pues ahora lo está potencializando un grupo que no había tenido acceso antes.

“Con la tarjeta Visa PeiGo desbloqueamos un caso de uso muy potente que ha sido muy valorado en el segmento sub bancarizado y no bancarizado del Ecuador, principalmente entre jóvenes de 20 a 27 años, quienes la han usado para realizar compras online nacionales e internacionales”, expresa Santiago Lasso, Chief Commercial Officer de PeiGo.

La empresa reveló también que el 60 % de los clientes registrados en la app PeiGo la utilizan de manera recurrente para recibir y enviar dinero; así como para realizar compras online con la tarjeta Visa- PeiGo. También, más de 770.000 transacciones se han realizado desde la plataforma, lo que evidencia el interés de los ecuatorianos en migrar a métodos de pago digitales y dejar de usar el efectivo, según la empresa.

Adicionalmente, esta aplicación ya se usa en 10.000 comercios y emprendimientos a nivel nacional. Entre los planes en el futuro cercano, para el segundo semestre del 2023, la aplicación continuará fidelizando a sus clientes con incentivos y promociones con la finalidad de posicionarse.

Entre tanto, la aplicación Deuna tiene nuevo CEO. Se trata de Juan Ignacio Maturana, quien estima cerrar con 300.000 comercios adscritos y 1,6 millones de usuarios este año. Todo bajo una visión transformadora centrada en ofrecer experiencias simples y humanas, respaldadas por la trayectoria y conocimiento de Banco Pichincha.

De acuerdo con Maturana: “Hay mucho por hacer en términos de digitalización en el país. Configurar un ecosistema financiero digital supone retos inmensos para la economía ecuatoriana, pero también habilita una ampliación del acceso al sistema financiero; es decir, bancarización para más personas”.

Maturana destaca la importancia de este tipo de productos financieros basados en tecnología, que proponen un cambio radical para simplificar y mejorar procesos que van desde de las transacciones diarias para usuarios hasta el crecimiento en ventas para pequeños y grandes comercios. Asegura que “la vinculación con esta forma de pago posibilita que las personas construyan una vida crediticia, apalancando el acceso a créditos y a otros productos financieros”.

Sin embargo, para el experto, un elemento clave en el crecimiento de los pagos digitales tiene que ver con la legislación. En este sentido, el trabajo con reguladores para generar confianza en el usuario y motivar las transacciones de este tipo es clave. En otros países de la región han implementado estrategias donde el Estado exige que cualquier pago de trámites se haga a través de plataformas virtuales, introduciéndolos a la tecnología y logrando procesos más eficientes. (I)

Fuente: El Universo