Ecuador llegó a un acuerdo a nivel de personal técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con respecto a la segunda y tercera revisión del programa de Servicio Ampliado (SAF), que el país mantiene con este organismo desde septiembre de 2020 y que tiene una duración de 27 meses.

El siguiente paso será que el directorio del FMI apruebe este acuerdo de nivel técnico, lo que sucederá en las próximas semanas, y el país pueda acceder de inmediato a un desembolso de USD 800 millones como parte del financiamiento del Presupuesto General del Estado de este año

En comparación con los planes anteriores, se espera que el esfuerzo fiscal sea algo menor, porque han mejorado las perspectivas económicas. Habrá un mayor énfasis en la reducción del gasto público y se requerirá, en menor medida, un esfuerzo de quienes más tienen para aumentar los ingresos, así como esfuerzos permanentes de combate a la evasión fiscal.

La proforma presupuestaria 2022 contendrá un esfuerzo mayor desde el lado del gasto público y un esfuerzo parcial desde los ingresos. A nivel del Sector Público No Financiero, el esfuerzo será mayor y desde el próximo año se prevé un equilibrio fiscal.

El programa económico de la administración ecuatoriana tiene una perspectiva de largo plazo y busca corregir problemas estructurales de la economía para que el país alcance un crecimiento económico sostenido y responsable con el ambiente, que genere empleo de calidad para más ciudadanos; y que permita encauzar las finanzas públicas en una senda de estabilización con equidad, mediante un manejo honesto y transparente de los recursos públicos.

Cabe destacar que desde que el presidente Guillermo Lasso ganó las elecciones se redujo el riesgo país, pero aún se mantiene alto en comparación a los países vecinos.

Con el objetivo de lograr que el riesgo país siga bajando, atraer inversiones, asegurar un crecimiento sostenible e impulsar empleo de calidad, es necesario mantener un manejo serio y responsable de la economía para que crezca más la confianza en el país.

Como consecuencia del exitoso programa de vacunación, que refleja una sólida capacidad de gestión, ya hay señales de reactivación como el crecimiento de las ventas internas y de la recaudación del IVA, el aumento del registro del empleo formal en el IESS, la recuperación del índice inflacionario luego de una etapa de recesión, disminución de tasas de interés y aumento de créditos en favor de los emprendedores, entre otras.

Hace falta una reforma laboral en el Ecuador para beneficiar con derechos y acceso al trabajo a los dos tercios de la población que no tiene empleo adecuado, especialmente mujeres y jóvenes.

Ecuador necesita actuar decididamente y con visión de largo aliento para lograr cambios estructurales, donde la inversión social y la transparencia en el gasto público serán ejes rectores para que los recursos lleguen a quienes más lo necesiten.

Fuente: www.finanzas.gob.ec