Ecuador no resiste otra reforma tributaria: próximo gobierno debe priorizar un plan serio de gasto y financiamiento

Luego del debate, previo al inicio de la campaña de segunda vuelta entre Daniel Noboa y Luisa González, donde ninguno de los dos concretó cómo financiará sus ofertas, la pregunta que queda latente es: ¿Están conscientes los candidatos sobre la compleja situación fiscal del país y que contratar más maestros, ofrecer más bonos o más obra pública no es posible sin financiamiento?

En medio de un escenario económico cada vez más ajustado, voces alertan que Ecuador ha llegado a su límite en materia tributaria y no soporta una nueva reforma para incrementar impuestos.

El abogado tributario Napoleón Santamaría, explicó que desde 2006 la presión fiscal ha aumentado sostenidamente, pasando del 11,3% al 21%, mientras el promedio regional es de 27%.

«Todos los gobiernos han sostenido las finanzas públicas a través de impuestos: se incrementó el ICE, el IVA, los aranceles… pero esa fórmula se agotó. El récord de recaudación de 20.000 millones en 2024 no se repetirá, porque fue producto de coyunturas puntuales», advirtió.

Santamaría subrayó que el próximo gobierno no tendrá margen para aumentar tributos ni para endeudarse más. Por ello, desde el lado del corrreísmo, se ha introduciendo la discusión de los ecuadólares, una suerte de emisión monetaria paralela dentro del esquema de dolarización.

Este esquema, como ya ha analizado LA HORA, es un espejismo que podría dar sensación de bonanza a corto plazo, pero que a mediano y largo plazo vaciará los bolsillos de los ecuatorianos. González no solo que ofrece más gasto público, sino además suma a la ecuación menos ingresos en el Estado a través de bajar el IVA del 15% al 12%.

Este tipo de fórmulas, donde se combinan más gasto estatal y menos ingresos por impuestos, es claramente insostenible porque actualmente los tributos cubre el 59% del Presupuesto General del Estado (PGE), incluso con la recaudación récord de 2024. El resto se debe cubrir con los menguantes ingresos petroleros y con deuda.

Fuente: La Hora